Un gato en el árbol

Portada de «Un gato en el árbol» de Pablo Albo ilustrado por Géraldine Alibeu, OQO Editora

En un pueblo cualquiera, con una calle Mayor como cualquier otra, hay un árbol. A él se fue a subir el gato de la Señora Paquita al que le perseguía el perro del Señor Roque. El perro se terminó aburriendo de esperar a que el gato bajara pero cuando el gato quiso bajar le dio miedo y pensó «Yo no me muevo de aquí mientras no vengan a por mí». Para ayudarle a bajar se subirá la hija de la Señora Paquita, su padre, el marido de la Señora Paquita y hasta los bomberos. La cosa se complicará tanto que tendrá que ser el propio árbol el que ponga remedio antes de que lo tronchen entre tanta gente subida en sus ramas.

Mi opinión

Los que seguís habitualmente mi blog sabréis que no le doy demasiada importancia, a la hora de hablar de un libro, si este ha sido recientemente publicado o lleva ya más de 8 años en el mercado.

Esto es lo que ocurre con el libro de hoy: «Un gato en el árbol» se publico por OQO Editores en 2008 y actualmente está descatalogado. Es por tanto, uno de esos libros maravillosos a los que uno llega cuando llega, cuando puede o cuando se lo encuentra, pero que ya no va a poder adquirir. Da rabia, la verdad, mucha rabia.

Pero los títulos no siempre se conocen con la rapidez que uno quisiera. Es tal el panorama editorial que tenemos a nuestra disposición en lo que a Literatura Infantil se refiere, que intentar estar al día y además hacer acopio de los ya publicados se hace muy difícil.

Pronto o tarde el caso es que he conocido «Un gato en el árbol» gracias a una amiga bibliotecaria, que de esto sabe mucho y bien y que, por cierto, ha creado una puesta en escena para contar este cuento en su biblioteca, realmente maravillosa.

Porque los bibliotecarios hacen muchas más cosas a parte de catalogar y colocar libros. Hay mucho trabajo y esfuerzo detrás de esas estanterías tan bien colocaditas: hay mucha dedicación.

A pesar de no poder adquirir el cuento, a pesar de haber llegado a él con 8 años de retraso, lo importante es que hemos llegado y que nos encanta. Nos gusta tanto que la que suscribe lo ha incorporado a su repertorio y de momento, entre los míos, es un éxito seguro.

Y es que «Un gato en el árbol» esta hecho para ser contado en voz alta. Tiene todos esos requisitos de los buenos cuentos para contar: hay una sucesión de acontecimientos que se acumulan, hay frases que se repiten, hay mucho humor, hay mucha imaginación y mucho mucho Pablo Albo.

Aquel que conozca un poco su obra y su manera de contar escuchará al propio Albo mientras lee este cuento. Es una de las cosas que más me gustan de Pablo Albo escritor: cuando se deja llevar y le puedes escuchar a través de los párrafos, de las frases, de los paréntesis para explicar algo, de los dobles sentidos, de los guiños al lector, de las bromas.

Ya me pasó con «Ruido» y me pasa ahora con este cuento. Y da gusto leerlo porque ayuda mucho al que lo lee en voz alta. Resulta sencillo seguir el ritmo, marcar el momento en el que los niños harán el ruido del gato maullando, la niña llorando…y te sale solo, sin esfuerzo…y te lo pasas en grande.

La ilustración acompaña el texto sin grandes estridencias. No destaca en exceso pero tampoco pasa desapercibida. El árbol, gran protagonista silencioso, esta constantemente presente, alargando sus ramas hasta el infinito según la perspectiva que la autora quiera darle en ese momento: lo mismo pone el foco en el gato y vemos el pueblo allá abajo, pequeño, diminuto casi, como lo pone en la mirada del perro que vigila desde abajo al gato, allá a lo lejos, subido en la rama más alta.

Es pues un juego de perspectivas que ayuda al primer lector o pre-lector a situarse en la escena y darle mayor sentido a lo que siente cada personaje.

Visitando una vez más la página de Pablo Albo me he detenido a ver los cursos que da o ha dado a lo largo de los años. Uno de ellos es una introducción a la narración oral para padres y madres. Al entrar a ver los contenidos me ha sorprendido encontrarme toda la información que generosamente nos ofrece. A modo de introducción Pablo Albo nos da una lista de cuentos para contar en voz alta, nos da pautas para contar el cuento como el lugar más adecuado, cuando contar cuentos, cómo contar los cuentos. Nos habla de la mirada, de la voz, de la expresividad de nuestro cuerpo a la hora de contar un cuento. Cosas que nunca te has parado a pensar antes de ser padre. Nunca antes te viste en la situación de tener que leer un cuento a un niño y, en la mayoría de las ocasiones, lees como se te va ocurriendo.

En la presentación del curso Pablo Albo dice esto:

«…existió el peor narrador del mundo y también el peor cuento. Y que una noche coincidieron y de la boca del uno salió el otro. Sólo una persona alcanzó a oírlo, poco antes de caer en un profundo sueño. Aunque no lo crean, pasó una noche tranquila y soñó muchas cosas. Al día siguiente, se levantó con una gran sonrisa en la boca, que se hizo aún más grande cuando en el colegio dijo a un compañero: » Anoche mi padre me contó un cuento». 

¿Acaso puede habar algo más hermoso? Y nada más cierto porque lo hagamos como lo hagamos nosotros seremos siempre los mejores contadores de cuentos para nuestros hijos por el simple hecho de estar, de dedicarles nuestro tiempo, de acompañarles ese ratito, de estar juntitos y calientes en la cama mientras contamos la historia. Eso, se haga como se haga, siempre será un momento irrepetible. Será algo que nuestros hijos jamás olvidarán.

Datos bibliográficos

Título: Un gato en el árbol

Autor: Pablo Albo

Ilustrador: Géraldine Alibeu

Edición: Pontevedra, OQO Editora, 2008. 40 págs.

Edad: + 3 años